sábado, 18 de junio de 2011


La niña de nieve.
Había una vez una niña que tenía tres hermanos y ella deseaba con todo su corazón tener una hermana  pero su madre por desgracia ya no podía tener más hijos.
En una tarde de invierno a la niña se le ocurrió armar con la nieve una niña que luego sería su hermanita, luego de hacerla ella le hablaba, la miraba, la amaba…
Se acercaba el verano y una mañana cuando la niña despertó y busco a su hermanita esta estaba derretida y ella comenzó a llorar por su perdida.
Su madre le dijo- No llores, seca tus lágrimas que eres más bonita sin ellas y comprende que no se puede tener todo en la vida por eso procura siempre agradecer lo que tienes.


La otra realidad.
   Una joven amaba a dos personas muy distintas una de esas personas, Lucio, era cooperativo, sociable, delicado, refinado, con gran sensibilidad artística, preocupado por los demás, amable, mediador, pacififista, indeciso, inconstante, frívolo, variable, influenciable, superficial, coqueto, perezoso, indolente, apático y miedoso todo esto obviamente por dentro y por fuera era muy apuesto ojos celestes, castaño, con un buen físico “hombre perfecto” y el otro, Christian, era apacible, tranquilo, paciente, constante, práctico, trabajador, responsable, avaro, terco, colérico, lento, rencoroso, celoso, posesivo, restrictivo y materialista y por fuera era un muchacho de ojos marrones, un pelo delicadamente cortado y de color negro, y era delgado, un hombre “común” .
Un día su mejor amiga le pregunto de quien gustaba más y ella le respondió Lucio es el hombre de mis sueños el que siempre soñé cuando era pequeña y hasta llegue a llamarlo “Mi príncipe azul” pero Lucio es muy superficial yo a él lo amo porque es hermoso, pero por dentro no digo que sea un mal muchacho si no que hay mejores personas que él, y una de esas personas a la cual yo considero muy amable aunque no tan bello como Lucio es Christian. El es una persona común y corriente de la cual yo me he enamorado por lo que es y no por lo que tiene.
Su mejor amiga le dijo que había aprendido la lección que le dio la vida en ese momento que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido. 
Colorín colorado este cuento ha terminado.


martes, 14 de junio de 2011

Tres son multitud.

Había una vez un muchacho llamado Bautista que vivía en un hermoso palacio con su doncella Lucrecia, ellos todas las mañanas iban al pueblo a hacer muchas caridades para sus ciudadanos.
Un día Lucrecia se enfermó entonces Bautista tuvo que ir solo al pueblo. El iba en su carroza y una joven sin querer se atravesó en su camino y Bautista choco a esta mujer, el se comprometió a llevarla a su casa para que le curen sus heridas pero, ella era pobre vivía en una choza entonces de vergüenza no quiso que el príncipe Bautista sepa donde vivía ella, entonces le dijo que no, que le agradecía su colaboración pero que ella iría sola a su casa, Bautista insistió, y llegaron al acuerdo de llevarla al palacio hasta que su salud mejorara. Ella acepto y juntos fueron al palacio.
Cuando llegaron Bautista le preguntó a la señorita como se llamaba y ella le respondió "Estefanía su majestad" el prosiguió "que bello nombre, indicado para una bella dama como usted" Estefanía avergonzada respondió "Muchas gracias su majestad, pero no debe de alagarme" Bautista respondió "porque no, yo solo digo la verdad, expreso lo que mis ojos ven, y mis ojos no mienten" Estefanía mantuvo el silencio, estaba muy sorprendida de que un príncipe tan majestuoso como Bautista la alagara de esa manera.
Luego Bautista interrumpió ese silencio, “bueno señorita acompáñeme le mostrare su habitación”, ella lo siguió y cuando llegaron a la habitación Bautista dijo "Bueno, esta es su habitación espero que este cómoda aquí, y puede quedarse los días que usted quiera, no es molestia para mi, que usted conviva aquí al contrario me hará compañía." ella sonriendo y mirándolo a los ojos, marrones tan hermosos y atractivos como el chocolate, le respondió "Gracias, se lo agradezco mucho." y el dijo, "por nada, lindura".
Al día siguiente un mayordomo fue a despertar a Estefanía, avisándole que el desayuno estaba servido en la mesa, y que le dejaba algunas prendas para vestirse en los días que se quedase, ella se vistió con gran velocidad, se arreglo un poco y fue a la mesa a desayunar, en la mesa lo esperaba con una gran sonrisa su querido príncipe, el le pregunto cómo se sentía y ella respondió que muy bien.
Luego de desayunar él le propuso de salir a caminar por un jardín muy bonito, que se divertiría mucho obviamente si ella quería, ella le dijo que si que le encantaría ir, así se conocerían más, ella aparte pensó que sería una buena idea para conocer más a fondo al príncipe.
Cuando fueron al jardín había unos rosales hermosos, unos jazmines preciosos, la flor preferida de Estefanía, había vida en ese lugar, pájaros cantando, mariposas volando cosas que Estefanía nunca en su vida había visto, el príncipe la empezó a interrogar preguntas no comprometedoras no era su estilo preguntar cosas que llegaran a avergonzar a alguien. Pasaron una hermosa tarde y al fin y al cabo ella se dio cuenta que Bautista le insinuaba algo, que quería seducirla, y ella se cuestionaba ¿Porque a ella? una chica de pueblo, no era de su estatus, como era posible que un príncipe guste de ella.
Ella esa noche no pudo dormir, y mientras no dormía pensaba... y pensaba y se maquineaba su cabeza con cosa que podrían pasar o pasarían si el príncipe gustase de ella o no, se confundía mucho ella necesitaba saber que ocurría, si el príncipe buscaba algo con ella o era su propia imaginación.
A la mañana cuando Estefanía se levanto, encontró un hermoso ramo de flores y una nota, la cual decía: Querida Estefanía te espero a las 14.00hs en la puerta del palacio, ponte muy bella (aunque creo que es imposible porque sos hermosa, la más hermosa del pueblo) te espero con una sorpresa, saludos Bautista.
Ella muy entusiasmada se vistió con la ropa más linda que había en el palacio, se maquillo y se peino, nunca había estado tan fina, cuando eran las 14.00hs ella siempre muy puntual estaba en la puerta del palacio, el príncipe estaba allí con dos hermosos caballos, Bautista le dijo que se suba al caballo y que iban a pasear en caballo por unos lugares muy lindos, cuando ella se subió con un poco de nervios porque nunca había estado en un caballo, empezaron a galopar, sus cabellos iban sueltos, con el viento se veía tan radiante que a Bautista cada vez le cautivaba mas la belleza de Estefanía, aunque ella se creía muy fea siempre la habían tratado así, tenía el autoestima muy por abajo, y este príncipe iba a lograr que Estefanía se sienta una verdadera mujer.
En un momento se detuvieron, había una estancia donde vendían bebidas con frutas del bosque, pidieron unas bebidas y charlaron un rato, en un momento la cara de Bautista se acercaba cada vez más a la de Estefanía hasta lograr besarla, ese momento fue tan único para Estefanía era la respuesta a sus preguntas, aquellas preguntas que la dejaron sin dormir por toda una noche, fue tan mágico ese momento que nunca lo iba a olvidar.

A la vuelta, en la puerta del palacio estaba la princesa Lucrecia mejorada pero no del todo curada, se sentía mucho mejor.
Preguntaba quién era esa jovencita, con un tono de arrogancia y se sentía en el ambiente sus celos. El príncipe le dijo que era una joven que se había cruzado en su camino, y la había herido y la hospedo unos días en el palacio hasta curar sus heridas.
Lucrecia, respondió con una sonrisa falsa y luego dijo "Me presento, yo soy la princesa Lucrecia, esposa del príncipe Bautista". Estefanía asombrada de lo que había escuchado, con voz miedosa respondió "Mucho gusto su majestad, mi nombre es Estefanía."
Lucrecia, la miro de pies a cabeza y le susurro al príncipe "Estoy cansada, me iré a dormir." y luego de eso ella se retiro saludando al principe con un beso en la mejilla.
Bautista no sabía que hacer, Estefanía no sabía nada, enseguida luego de que Lucrecia por fin se retirara Estefanía dijo, "No sabía que usted estaba casado, por lo pronto me lo podría a ver anunciado, lo que paso hoy quédese tranquilo no será rumoreado, pero yo tengo dignidad y no seré la segunda de nadie." Bautista respondió, "Usted no es la segunda de nadie, con mi esposa estoy por terminar la relación..." Estefanía interrumpió "Sera por eso que usted no me lo habrá contado ¿no?" Bautista, "No, no creía que era el momento, mire yo ahora estoy locamente enamorado de usted, sí señorita fue amor a primera vista aunque usted no me crea, si no dé se cuenta usted misma, la invitación al palacio, la cual no la tiene ninguna persona del pueblo, las salidas, el beso..."
Ella perpleja, el entre la espada y la pared.
Ella respondió "Gracias, mire yo también me enamore de usted a primera vista, y con los hechos y las cosas bonitas que me dijo, lo esperare, hasta que resuelva su relación con su esposa.." ella por dentro pensaba: espero que sea pronto.
Él le agradeció y le dijo que era una mujer muy gentil, que había pocas como ella.
Todos en el palacio se fueron a dormir.
A la mañana siguiente cuando Estefanía fue a desayunar, se encontró que el príncipe no estaba en la mesa, y le pregunto al mayordomo "¿Donde se encuentra Bautista?", el mayordomo le respondió "Se fue con Lucrecia al pueblo como lo hacen diariamente."
La cara de Estefanía se transformo en un color violeta, ella no podía tolerarlo, fue corriendo a la habitación, se acosto a llorar e inmediatamente armo sus valija para luego partir; de repente llego el príncipe y la vio con las valijas y le pregunto a donde iba. Ella respondió "Me siento mucho mejor gracias, por preocuparse por mi salud. Hasta nunca." con un tono de furia.
El príncipe le dijo "De nada, ¿la alcanzo a algún lugar?" Estefanía respondió "No, gracias."
Estefanía comenzó a caminar, y en eso se desvaneció en el suelo.
Todos alrededor de ella trataban de ayudarla, la llevaron a la habitación y el príncipe se dispuso a quedarse al lado de ella hasta que despierte.
Cuando Estefanía despertó no sabía que había pasado, y vio al príncipe y le dijo "¿Qué hace usted aquí? ¿Qué ha pasado?" Bautista respondió, "Estoy aquí para cuidarla, y usted cuando se estaba por ir se desvaneció en el piso, por eso volvió a la habitación porque usted no está nada bien, ahora me toca preguntar a mí, ¿Porque se quería ir?" ella quedo muda, y le dijo "¿Porque no? Mire usted aquí con su esposa es feliz, yo acá sobro y hablándole me siento de más, discúlpeme pero yo no puedo vivir así tratando de ignorar lo que no se puede ignorar, por ejemplo el amor que hay entre ustedes dos." el príncipe respondió "Ah... con que eso era, mire ella es mi esposa le tengo que hablar... Pero yo a usted la quiero mucho" Estefanía respondió "Yo también lo quiero, pero sépame entender, póngase en mi lugar y sienta tan solo un minuto, mi sufrimiento, mi desilusión, mis miedos..." Bautista le dijo "La entiendo, y sépame disculpar".
Se despidieron y Estefanía volvió al pueblo.
Luego de cuatro días se cruzo de nuevo con el príncipe en el pueblo y el la detuvo y le dio una carta y un beso en su mejilla.
La carta decía: "Para mi futura esposa, primero en principal sos la más hermosa de todas, sos más dulce que el chocolate, sos un bomboncito, y en este momento de mi vida solo me importas tu... quiero decirte que tú me haces temblar quiero decirte que eres fenomenal, sabes no pido nada más que estar entre tus brazos y huir de todo el mal que a todo he renunciado por estar junto a ti, no dejo de soñar todas las noches que sos mi novia y que somos tan felices juntos.
Yo solo quiero estar a tu lado un beso tuyo es lo que sigo soñando..
No puedo colmarte ni de joyas ni dinero, pero puedo darte un corazón que es verdadero mis alas en el viento necesitan de tus besos acompáñame en el viaje que volar solo no puedo. 
Te doy un consejo, quédate conmigo.
Nunca dejaras de mi boca escuchar decir que yo quiero ser tu amor por siempre, se mi amor, por favor, por siempre.
Hasta luego mi bella princesa.
PD: te regalo esta pulsera, para que siempre estemos unidos aunque lejos estemos."
Ella lloraba de tanta emoción junta, no podía creer lo cariñoso que era el príncipe...

Esta historia tiene un principio pero no un final, cada uno le da el final que prefiera.